Es conocido alrededor del mundo que Junio es el mes del orgullo, de la diversidad, e inclusive es relativamente conocido que detrás de tal conmemoración, encontramos el suceso histórico denominado “Disturbios de Stonewall”, serie de redadas policiales en 1969, donde la acontecida el 28 de junio marcó uno de los puntos más críticos de inflexión para el movimiento LGBTTIQ+ en el mundo.
Por otra parte, en México el movimiento LGBTTIQ+ no se encontraba demasiado activo y no fue sino hasta 1971 que, después de un acto de discriminación, precisamente laboral, el movimiento comenzó a tomar más fuerza, con la reacción del Frente de Liberación Homosexual. El suceso que detonó la creación del colectivo fue el despido injustificado de un colaborador de una tienda departamental, por la sospecha de que fuera gay[1]. Por lo anterior, se organizó una protesta, para precisamente manifestar la indignación que generaba a la comunidad de jóvenes LGBTTIQ+ un hecho tan absurdo.
Finalmente fue hasta 1979, que se realizó formalmente la primer marcha del orgullo, con cerca de mil asistentes, denominándose “Marcha del movimiento lésbico-gay”[2].
Resulta impresionante que hoy, 41 años después del hecho parteaguas en el movimiento LGBTTIQ+ en México surgiera, sigan existiendo casos, particularmente casos de discriminación laboral y, peor aún, que a diferencia del sentir de las juventudes de esa época, en la actualidad se haya “normalizado” hasta cierto punto que una persona pueda perder su trabajo por ser parte de la comunidad LGBTTIQ+.
Hablar de despidos injustificados es bastante común en México, además atender los litigios que de los mismos se derivan es también parte de la labor de quienes ejercemos la rama laboral del Derecho. Resulta incómodo pensar que, en los casos en que la separación injustificada obedece a causas de discriminación (por orientación sexual, expresión de género, embarazo, etc.) no exista hoy una sanción mayor a las indemnizaciones regulares y, al menos en la Ley Federal del Trabajo, no existan tampoco disposiciones legales específicas para el manejo de dichos casos.
Con todo lo anterior de contexto, es impresionante pensar en la cantidad de empresas[3] de todos los tamaños, que hoy, con motivo del mes del orgullo, cambian sus logos y los pintan de arcoíris, participan como contingentes en la Marcha del Orgullo, realizan campañas publicitarias de inclusión y más; y a pesar de ello no tienen políticas de inclusión laboral, no representan diversidad en razón de expresiones de género, orientación sexual, ni ninguna otra y, en general, no son espacios seguros para que las personas trabajen.
De ahí que una de las mayores críticas a la presencia corporativa en la Marcha del Orgullo sea la falta de coherencia entre la visibilización LGBTTIQ+ y la vivencia de recursos humanos al interior de las organizaciones.
La invitación de aquellas personas que, como yo, somos parte de la gestión laboral de las organizaciones, ya sea como asesores externxs, como personal jurídico/legal/de recursos humanos al interior, entre otros; velemos porque la visibilidad arcoíris sea más que un cambio en el branding (gestión de marca) y refleje la pluralidad de colores presentes en los centros de trabajo y sea su presencia en las marchas, una más de las muchas maneras que tengan de hacer comunidad con su personal y recordarles que cuentan con respaldo, apoyo y sobre todo respeto a su individualidad sin sesgos ni fobias.
[1] García, L. (3 de Junio de 2021). Homosensual "Así fue la primera Marcha del Orgullo LGBT+ en México". Obtenido de https://www.homosensual.com/cultura/historia/asi-fue-la-primera-marcha-del-orgullo-lgbt-en-mexico/
[2] Secretaría Ejecutiva, CNDH. (2018). Fallece Nancy Cárdenas Martínez Dramaturga, productora teatral y activista en defensa de los derechos homosexuales. Obtenido de https://www.cndh.org.mx/noticia/fallece-nancy-cardenas-martinez-dramaturga-productora-teatral-y-activista-en-defensa-de-los
[3] No han sido emitidas las cifras oficiales de asistencia empresarial, sin embargo, se habla de aproximadamente 300,000 personas presentes en la marcha del orgullo 2022 y 140 carros alegóricos que suelen incluir a varias personas y empresas como patrocinadores de los mismos.
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